jueves, 27 de enero de 2011

A veces cuando sueño

Yo tuve un sueño

...Y era un pequeño acostado sobre el asfalto mojado, en ese afuera de mi casa cuando era niño, ese que no veo hace años; en él me sentaba a pensar en las tardes soleadas, la tibieza del sol resguardada en las calles me era agradable ¡qué días aquellos!

Pero volviendo a mi sueño

Era de noche, la humedad de la lluvia veraniega se sentía como un sudor exquisito. No sé porqué, pero siempre llovió durante el verano mientras viví en aquel pasaje de calle estrecha, desde que me mudé no logro recordar algún enero lluvioso.
En el sueño, estaba yo haciendo lo que solía realizar de noche, mirar las estrellas y sollozar cuando un satélite o estrella fugaz se paseaba juguetonamente; es probable que sus paseos fueran producto de mi imaginación, pues desde que me mudé no suelo ver ni planetas o satélites danzando.

Fue realmente un típico sueño extraño, de los que suelo tener recordando aquel viejo barrio mío

En otros sueños anteriores, me encontraba yo parado en medio de mi pasaje al atardecer, totalmente solo mirando a las nubes en el horizonte intentando tapar el sol. La luz se filtraba a momentos golpeando directamente en mis ojos, esos sueños también evocaban el verano de mi vieja calle, bizarros veranos donde podían oírse truenos cuando el horizonte se nublaba, siendo niño nunca lograba verlos, sólo al dormitar a veces se aparecían.

Pero en mi sueño presente

Me encontraba de noche, recostado, mirando estrellas cuando de repente…
Llego ella, llegaste tú, bueno, no sé quién era ¿?
No podía voltear la cabeza para ver su rostro, pero sabía que era una mujer, se recostaba junto a mí y reía. Fue extraño no poder verla y saber todas esas cosas.
De pronto, ella lentamente tomó mi mano y se colocó más cerca, con su cabeza apoyada en mi hombro.
El sueño no duraba mucho más ni sucedían eventos de mayor relevancia, sólo cabe resaltar la cálida sensación de seguridad y conforte, como si el mundo fuera más dulce y uno disfrutara más de sus giros cuando “ella” toma mi mano.

¿Qué podrá representar mi constante sueño con mi viejo pasaje?
Tal vez el extrañar un mundo mágico, me intranquilizo cuando pasa mucho tiempo y no he idealizado la realidad cotidiana. De niño debió ser más fácil perderme entre fantasías.

¿Y la mujer misteriosa?
No creo represente a una sola mujer, pueden ser todas las de mi pasado o las que vendrán, las que nunca llegarán. Puede significar solamente lo dulce que es mirar estrellas cuando tienes compañía.

Queda la frustración de un pasado indescifrado ¿qué será lo cierto y cuál la mentira? de esos satélites, los truenos y el sol entre las nubes, de verdad ¿cuántos recuerdos sinceros podemos tener?

¿O lo único que nunca miente son los deseos?

lunes, 24 de enero de 2011

NN

Hagamos un silencio desde la distancia
Y con el viento nuestros nombres huirán,
Mi mirada desvestirá mi ventana,
Acariciando la oscuridad de cada plaza
Irá buscando acogerse a tu amparo.
Un arrullo entre los árboles y su césped
Será de la tierra su danza y mi llamado,
Porque ninguna montaña púrpura al horizonte
Puede compararse a tu tibio resguardo de greda,
Menos algún tierno manantial de nube
Podría ser de tu voz un igual.
Hagamos un silencio desde la distancia
Y con el viento la palabra morirá

Tan sólo de colores e impresiones podría
Yo hacer para ti mi canto final.

domingo, 9 de enero de 2011

aiyu

Sentía ganas de escribirte un cuento y dibujarte un retrato, me sentía con la capacidad de componerte una buena canción y publicarte la mejor novela de la década.
No hubo tiempo creo… puede ser que para ninguna de esas cosas tenga talento o me falten los años necesarios

Pero ahora comienza una nueva década para intentarlo, y es que me gusta jugar con el tiempo arbitrariamente

¿Es más fácil dejarte caer el peso de mis metas?
Si algún día dan frutos recuérdame darte las gracias entonces