martes, 25 de agosto de 2009

Más extraño que la ficción

-Pregunta nº1: Le han dejado algún regalo delante de su casa últimamente?
-No.
-¿Nada? ¿Chicles, dinero, un gran caballo de madera?
-¿Disculpe?
-Limítese a contestar.
-No.
-Vale. ¿Tiene usted tendencia a resolver asesinatos misteriosos en casas de lujo a las que, déjeme que termine, a las que puede o no haber sido invitado?
-No, no, no no.
-Bien. En una escala de 1 a 10 ¿Qué probabilidad hay de que sea víctima de regicidio?
-¿regicidio?
-Siendo 1 poco probable y 10 que le van a matar dentro de nada.
-No tengo ni idea.
-Lo formularé de otra manera... ¿Es usted rey de algo?
-¿Como qué?
-De lo que sea, de las pistas, de la bodega del barrio...
-¿Rey de las pistas?
-Rey de las pistas, rey de los gnomos, eh...
-¿Rey de los gnomos?
-Sí, de una tierra clandestina debajo del suelo de su casa,... cualquier cosa.
-¡No!
-¿No?
-¡No! ¡Qué tontería!
-Ya, pero empecemos por tonterías para después retroceder. Veamos, ¿Alguna parte de usted ha formado parte de otra cosa?
-¿Dice que si tengo los brazos de otra persona?
-Quizá una vez fue usted compuesto por piedra, madera, lejía, despojos de cadáveres o tierra consagrada por miembros del consejo rabínico?
-No... Oiga, oiga... Lo siento, ¿Pero qué tienen que ver estas preguntas?
-Nada, pero para saber en qué cuento está inmerso hay que determinar en cuales no lo está. Por extraño que parezca ya he eliminado media literatura griega, siete cuentos de hadas, diez fábulas chinas y he determinado de forma concluyente que usted no es ni el rey Hamlet, ni el tío Tom, ni la señorita Marpel, ni el monstruo de Frankestein, ni un Golem.
-Ah...
-¿No le alivia saber que no es un Golem?
-Sí... me alivia saber que no soy un Golem.
-Bien, ¿tiene poderes mágicos?...

jueves, 20 de agosto de 2009

...

Era tan dolora la media noche, y fueron tantas medias noches con ese pesar. Esa somnolencia que se perpetuaba para todas las próximas horas porque no se dormía, no se podía dormir por todas las presiones, todas las responsabilidades y toda esa soledad tan artificial.
Las ojeras se marcaban como eternas bajo los ojos y la piel se blanqueaba pareciendo fantasma, el cuerpo tiritaba por las alucinaciones y el único conforte, nexo con la realidad, era el momento de ir al baño y sentir el olor a café cocido brotar de la orina.
Se seguía leyendo sobre todas esas teorías, todas esas divagaciones de tantos “genios” filosóficos a lo largo de tantos siglos. Monumentos al conocimiento y recuerdo de nuestra genialidad que tanto nos enorgullece, que ahora yo debo “aprender” y seguramente ustedes también, para ser alguien importante, para ser alguien en esta vida.
Y en realidad tantos estaban alrededor tuyo, pero ninguno era verdadera compañía, porque hace mucho tiempo que no logras entablar una verdadera relación con nadie. Sigues buscando a esa persona que esté al lado tuyo, porque te resulta más fácil fortalecer un solo lazo que mantener muchos que te revivan.
La frustración de que ese lazo no aparezca nunca te hace mirar hacia atrás sobre todo lo pisado y querer volver, pero ya es muy tarde (que bueno que así sea).
Llamaste pero no te escucharon, lloraste pero no se conmovieron, rompiste todo y te asombraste ante la gran creatividad de tu propia estupidez para meterte en problemas nuevos. Buscas asombrarte por última vez con la sagacidad de tu ingenio y mentira para sacarte de apuros como tantas veces pasadas.
Se deshizo el nudo en tu estómago con el último examen rendido y ahora sólo esperas la aprobación de las calificaciones, la palmada en la espalda de quienes esperan que seas alguien en la vida: “que bien”, “excelentes calificaciones”, “ganarás mucho dinero”, “menos mal que escogiste esta carrera”, “te estamos calificando muy bien”.
Todo se vuelve más liviano porque todo importa menos hoy, porque es estúpido y una debilidad sentirse solo. Y que importa que de verdad estés solo, al menos estás tranquilo, y al menos ahora sabes quien eres, has descubierto quien se escondía en ti.

Cuando dejaste de tiritar sobre la cama, cuando te diste cuenta que lo único que te importaba era lo que escribías, por fin aceptaste tu amor y tu meta.
Estudiar para ser alguien en la vida, y escondido de todos los demás cuando estés más solo, seguir escribiendo eso que tanto te gusta escribir. Hasta que lo termines, hasta que todo termine.

miércoles, 5 de agosto de 2009

de Pacman para Pacmina

Waka waka waka
Waka waka, wak waka,
Wak wak, waka waka wak
Wak waka wak wak
Waka waka waka waka waka, waka.
Waka waka waka
Wak wak wak, waka
Waka waka, waka wak
Wak wak waka waka wak.
Waaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaka
Waka wak wak
Wak waa waka waka waka
Waka waka waka
(L) Waka y wak (L)