Lucy

No quiero tener que ocultarlo más y es que es verdad,
Desde que te conocí los días suenan a felicidad.
Tan solo una letra tuya basta para cambiar el camino,
El camino de mis días y todo lo que han sido,
Eres tan diferente, amiga y confidente,
Tan sorprendente que la suma de tus letras
Me deslumbra verso a verso en su contenido.

De los dos tú has sido la valiente,
Y pensar que si hubiera tomado mi destino
Te tendría día a día conmigo,
Ya que la ansiedad de conocerte me supera,
Me tranquiliza saber que no deben pasar todas las eras,
Sólo algunas horas para llegar a escucharte,
Saber a qué suenan esas locas letras de tu arte.

Te imagino tan diferente y especial,
Justo como mi imaginación te puede hilar.
Uniendo tus palabras voy
Y es como te voy conociendo hoy,
Creando tu universo para mí como una cometa
Que vuela inalcanzable sin encontrar su planeta.
Así perdida te figuro, y así perdida te quiero atrapar.

Tal vez eres justo como un ave que vuela muy alto,
Libre como el viento sin nunca un puerto que pisar
Y te juro, no seré yo quien te va a atar,
Pero sí puedo prometerte que si he de poder seguir
Leyendo todos tus versos, lo haré encantando y feliz,
Porque la vida me lo pudo permitir,
Y tú serás la bella cometa multicolor que trace las palabras en mi cielo.

Mientras escucho tu banda preferida te voy pensando,
Que vamos los dos juntos andando
Por las calles de esta gran ciudad,
Abiertas, inmensas todas ellas en su infinidad,
Para nosotros un trazo más en el papel
Por donde vamos dibujando nuestra torre de babel,
Lugar perpetuo de nuestra amistad y algo más.

Imagínate, figúrate lo que podría pasar,
Los dos juntos frente a frente en el mar.
Imagínate, idea nuestras voces mezclando,
Todas sus ideas perpetuando,
Una tras otra siguiéndose, persiguiendo,
Una letra persiguiendo a otra y manteniendo
Vivo el fuego de nuestras letras, imagínalo.

De mí para ti va esto, para que me des tu mano,
Con mucho cariño tu y yo en un submarino amarillo,
Ambos en una historia escrita con tinta eterna,
La balada de Horacio y lucía perfecta,
Con nuestros cielos de mermelada, flores de celofán,
Tú la muchacha con ojos de caleidoscopio musical
Y yo tu fiel Horacio que tanto te desea abrazar.

A quien tan poco le importa como luzcas,
Pues si tan sólo con tus palabras me pudiera quedar,
Con ellas te juro que no te pararía de adorar.