Fantasía de media noche antes de dormir, cerrando o no los ojos juego a las posibilidades contigo. Como niño pequeño a dar y quitar, a atreverse y retractarse.
Es para imaginar tus posibles reacciones y las mías también, en un vaivén delicioso.
Porque yo me entiendo y quizás puedo adivinar lo que quiero, pero contigo no es así, contigo todo es lo contrario y por más que te mire a los ojos eres un misterio más y más profundo. Mirándote es como retroceder, como perderme a mi mismo configurando tu interior y tus anhelos, tu verdadero ser, lo que quieres, lo que harías y a donde va todo esto.
No es que me gustes (¿o sí?) no es que sólo te desee (¿o sí?) menos que sea un caprichoso (definitivamente no) Porque se siente y se sabe más que eso, pero si ni yo puedo colocarle nombre a lo mío, ¿Cómo saber de lo tuyo? Si parecieras una flor de primavera abierta al mundo en entrega, pero es sólo apariencia y no es más que una carnada de tontos.
La verdad es que no quiero reconocer lo cierto, y es que no te conformarías conmigo, no sería suficiente para tu imaginación, tu potencial y tus expectativas, ¿pero quién si lo sería? No lo sé, mas no yo.
Si esa es la verdad, subjetiva o no, prefiero ser tu amigo que nada, prefiero callar que hablar o actuar. Prefiero seguir perdiéndome en tus ojos carmesí, en tus labios elocuentes e ineludibles y en tus frases del bronce. En tus bailes por la acera y tu aroma imborrable.
¿Te han dicho que bailas sin notarlo? Que te mueves con prestigio por el asfalto como si fuera hielo, que tus palabras danzan por el viento hasta llegar a mí y entrar con suavidad en seda. Que cada trozo de tu ser es un regalo y si nadie te lo ha dicho antes, el mundo está más mal de lo que pensaba.
Y si estas líneas te hacen sentir identificada, que bueno, porque tampoco me atreveré a decírtelo directamente, porque mirarte al rostro y hablarte involucra observar tus ojos y volver a perderme en ellos, estar sin palabras y sólo decir lo inútil.
Ahora los recuerdos, los recuerdo muy bien y callo…
Callo para dormir, para recostarme y tener una fantasía de media noche. Donde sólo estamos tú y yo, bailando donde tú quieras y por fin callo otra vez…
Y te beso.