El Carro

Hoy es navidad, una de las noches que yo considero románticas y siempre quise compartir con mi maga…
Ya abrimos los regalos y lo más esperado por mi llegó… Los tres libros con los cuentos completos de mi gran maestro, Julio Cortázar :)
Ahora ya todos se han acostado y me quedo solo en mi habitación viendo una y otra vez las páginas de los libros que tanto anhelé y me enseñarán mucho sobre la vida, el amor y como ser mejor escritor. Pero esta noche tiene algo más para mi, algo mágico que no puedo describir. Y cuando abro la ventana para fumarme un cigarro como lo haría Julio, recuerdo qué es lo tan especial que me atrae.
Cuando pequeño y vivía cerca de la villa San Luis, tenía muchos amigos y salíamos todas las noches a jugar como pequeños por la vida, pero lo que yo más disfrutaba era quedarme como bobo observando las estrellas, mirando constelaciones y buscando las que conocía por los libros; osa mayor y menor, Orión y la cruz del sur.
Pero a pesar de leer tanto en los libros al jugar de pequeño y observar las estrellas la única constelación que lograba diferenciar era la inventada por mi, “el carro de supermercado” era una constelación que seguramente ni los griegos, babilónicos con su gran biblioteca o Newton pudieron apreciar. Era hacia la derecha y alto. Ahí se encontraba mi apreciado carro de supermercado, marcado por 4 o 5 estrellas que me decían; ve de compras por tus sueños.
Mi mayor entretención era sentarme en el asfalto y acostarme incluso, mirar hacia el cielo y sólo reconocer mi carro de supermercado con mis sueños, las cinco estrellas señalando todos mis sueños y el futuro.
Con el tiempo todo eso fue olvidado, dos veces me cambié de casa y nunca más pude ver el carro, pero ahora cuando ya por fin he podido olvidar la mujer que tanto me hizo sufrir, con mi cigarro en la mano encendido pude ver otra vez mi carro, luego de 8 a 9 años y alegrarme por soñar otra vez. Con todos mis sueños al alcance de mi mano, con la falsa maga olvidada y dos candidatas por reemplazarla.
¿Será… o será …….? Cada punto como una estrella señala una letra del nombre que quiero abrazar, conquistar y besar finalmente. ¿3 o 6 puntos? ¿Cuántas estrellas debo mirar y pedir para tenerte entre mis brazos?
Pero ambas son magas de verdad, ambas son libres y ambas inalcanzables, aunque crea que están en la palma de mi mano, lo único que de verdad esta en mi palma es el fin de mi vida…
Ahora que veo otra vez el carro de supermercado creo que mañana verificaré cuál es la verdadero constelación que la forma, aunque mis sospechas van para la osa mayor, mañana cuando esté sobrio y las dos magas no acechen mi mente verificaré bien. ¿O será mejor seguir llamándola el carro de mis sueños?
Aunque yo sólo quiera que tú seas el carro que me llevé a mis más profundos inconscientes románticos y bizarros, porque el verdadero amor debe ser bizarro y diferente…

¿Cierto?