martes, 11 de septiembre de 2007

Tres historias, un mismo sueño...

Alma mía

Veo el cielo en un día soleado, pero el smog no me permite ver el firmamento, incluso cuando recorro la alameda camino a alguna estación de tren, las luces de la metrópolis no permiten contemplar la oscuridad del infinito, pero qué más importa, hemos aprendido a amar santiago. ¿En cien palabras?, son cien nuevas formas de entender la belleza, pues me he enamorado de este gigante de asfalto, metal y frío.

Así nunca me he sentido solo, pues basta prender un cigarro mientras paso por la moneda y comprender, somos seis millones de almas, pero a la vez una, santiago.


Amor cada siete años

Años que no te veía, y verte junto al euro me hizo estremecer recuerdos de tiempos pasados y mejores, ¿7 años? Tanto tiempo, pensar que una vez fuimos pareja, que recorrimos el santa lucía, nos besamos en el lyon y nos separamos aquí en el euro, hace 7 años, pero estás diferente, algo decaída, más muerta y fría. Quiero tomar tus manos, besarte bajo este cielo que sólo refleja tu esencia, pero tan pronto como has llegado te vas, ¿te volveré a ver? Te prometo que regresare en 7 años más, y si te veo, nunca más te dejaré ir.


Solo tres

Eran solo tres, podrían haber ido a la playa, o escapar al campo, pero ahí estaban otra vez una mañana de julio en la línea uno camino al preuniversitario, hablando de nada, mirando como pasaban las estaciones, pendientes de baquedano y su preciada línea cinco.

Pero no sólo era un viaje por santiago, las líneas eran su escapatoria, su lugar de tertulia, ahí eran una familia contando las estaciones para el fin de su viaje en san Joaquín, ninguno de ellos nunca deseaba que ese momento llegara, pues era el fin de su mundo, y la vuelta a la realidad.

1 comentario:

Camila dijo...

hola!
yo tambien amo santiago... ahora no puedo expresar mi comprención por lo podrido, contaminado, demente, enfermo incluso obseno, pero se que entiendes la belleza de la oscuridad, y santiago es un submundo tan visiado, incluso aquella indulgencia por el abuso y los cuerpos de putas maltratados, no se, ahora no puedo.
Me gusta tanto el metro, o andar en auto, creo que eso lo entiendo, mi mente... mi mente es... no lo sabria explicar, pero se siente tan bien, la noche y los edificios, las luces sustituyen a las estrella, pero es bueno extrañarlas para amarlas, tan solo una noche en el sur me puede hacer alucinar, mejor soñar entoces, con eso que no tenemos, aunque nos sintamos enfermos, sabes lo que nos puede sanar.
Quiro andar en metro, pero no se a que lugar de santiago, sabes no salgo mucho, no se donde ir, pero quiero un lugar en que pueda estar en silencio, tal vez con alguien, que escuche mi silencio, estar un rato callados, sin mirarnos, y pensar...
que lugar puede ser ese? el cementerio? un parque? cual, no se no lo conosco... pero quiero... ya no se que quiero.
bueno saludos... me voy a escribir la obra xD