...

NN: Cuando te flagelaste el clémiso y caíste en hidromurias exasperantes, terminaste al fin el asunto y todo se desporrimó. ¿Lloraste al final? ¿lloraste al ver lo que habías hecho? pensando en ella, y en esa situación.

ÉL: Sí, todo eso es cierto. Lloré y no pude evitar reír al ver repetida la situación, es una alegría y una fama por engozar el flagelo y la hidromuria, pero es una rebustia y anbustia por darse cuenta de que es solo un sueño diurno y conciente, controlado y propensado por mis deseos.

NN: ¿te gustaría volver a repetir la experiencia?

ÉL: Ya la he repetido muchas veces, y creo que lo seguiré haciendo por un tiempo. Aunque a ella ya no le importe, ya no le remueva las cinco pelusas y el clériso. Aunque ya no se de cuenta, que ella aún me revierte el gozo...