martes, 21 de julio de 2009

Indiferencia

La indiferencia siempre cae como la última nota de la peor canción, Esa que de una u otra forma te deja pensando en una buena melodía, Una que quizás compusiste en otra vida que te acogía Donde tantas alegrías florecieron y flotaban por almidón.

Y las emociones son un vaivén que hacen “clock – clock” Que cuando menos te lo piensas eres estrella y luego papel. Por todos ellos pasó dejando mensaje un pincel, Sólo que no esperaba en plena calle ese escrito para mi vida tan “ad hoc”

Por lo que levanté el pie y volando se fue la creación, Editada con tal genialidad por un cincel cual escultura Para que encajara en mi vida siendo brillante armadura, Pero la indiferencia es siempre una promesa de futura hermosa composición.

Volando llegó el mamarracho a posarse sobre viejo tablón, Junto a la lluvia, junto a la vía, junto al desazón de llegar a ti. Abriendo el bollo pareciera florecer nuevamente cierta orquídea para mí,

Mas aún extendido el mensaje, ciertas líneas vestigios del viaje sin don
Fueron bordando por tus manos cierta desilusión;
Muy bellas todas estas palabras decías,
Todas muy delicadas como seda pensabas,
Algunas fueron tus preferidas y otras ya se habían repetido demasiado,
De todas formas sabes que esto querías,
Encontrarte estas frases botadas de nuevo,
agotadas De tanto suspirar un aliento reiterado.
Sólo que esta vez te confesaba; “Esto ya no es un sueño alado”

Decidí no mentirte más y ser frontal,
Tú y yo sabemos como son las cosas en esta diagonal.
Que cuando escuchamos una mala canción
Las últimas notas desvirtúan toda pasada decisión,
Que para mí es terrible pensarte y soñarte,
Por eso te dibujo en este escrito que luego regalaré al cielo…
Quizás alguien le ponga cinco acordes y lo haga canción,
Para que sea mala, para que la escuches,
Para que te recuerde mi imperfección pues
Nunca fui lo que pedías, vez
Ya lo asumo y no me molesta que tú tampoco lo seas.

Por eso esto va para todas y para ninguna,
En realidad para la que quiera golpear mi puerta; “toc- toc”
Que yo abra y ella sonría invitándome a nadar en lagunas,
Decidme que la espera acabó, el reloj se detuvo; “ding – dong”
Que ya la indiferencia no será tema para vagar por dunas,
Que ya asumimos escuchar disfonías pues era lo útil,
Era como debía ser para que por fin me aceptaras un beso;
Mientras de fondo sonaba una composición de metal y frío,
Pero que más da si nosotros éramos el recuerdo de lo no sucedido.

Cuando se calló la indiferencia sentiste mi aliento en tu cuerpo,
Era un roce tan poderoso y tan lento.
Cuando todo acabó te pediría tan sólo un momento,
Para saber que es cierto, que sucedió por leerlo.
Porque te diste por aludida que tanto odiaba tu silencio,
El que criaba la indiferencia que inspiró estos tiempos…

“Y el reloj sobre la pared que hacía tic-toc, ding-dong, click-clock…”
.

3 comentarios:

Polux dijo...

cómo pasa con las canciones no se puede olvidar las letras, incluso de las más tristes. un saludo

un placer leerte.

escuchá oceansize, una belleza todos sus discos.

Polux dijo...

todos los escritos son mios.


menos las imagenes, las saqué de internet... hay muhcas cosas interesantes en taringa, busca ahí lo que quieras ver en cuanto a photoshop y arte digital

Pea dijo...

hay gente que se calla porque en su cabeza hay una bola de lana
solo eso