domingo, 21 de febrero de 2010

Chuck Schuldiner (1967 - 2001)

Las voces del romanticismo nunca han sonando tan nítidas como cuando braman desde el infierno, y tú… grande entre los grandes lo sabías, porque del dolor nos dabas el candor de una dulzura incomprendida, porque de un estridente trueno entre cuerdas nos dabas a entender que hasta los demonios lloran, porque de entre todos los agonizantes, sólo tú dabas la pasividad final.
Por más que intento analizar, sólo puedo llegar a una conclusión: tu muerte fue demasiado prematura.
A medida que los años pasaban la intimidad entre las disonancias universales en tu música se hacía más y más cósmica. Los discos y composiciones se sucedían y yo sentía que ibas mejorando, que cada nuevo año impresionabas más, mi única duda era cuando llegaría el día en que no pudiera soportar ya tu música y tuviera que morir, de la agonía, de la pasión.
Mas tuviste que partir y aquí me quedo soñando el día que nos encontremos, en algún otro mundo de palabras vacías, donde sólo tu ronco lenguaje tenga significado y cale en mi corazón. Una profunda lágrima esta noche se derrama porque extraño, extraño tenerte entre los vivos para sorprenderme de ti.
Junto mi oído fuertemente a la tierra bajo mis pies, intentando obtener alguna vibración desde lo profundo de tu fuego, porque desde el centro del mundo me llamas a mí, y a mil mortales más que desean sentir una vez más… como el sonido de tu perseverancia será eterna para quienes saben disfrutar más del romanticismo, cuando este sabe a dolor.


1 comentario:

Barle dijo...

Kevin, por jesucristo, el rojo no es un buen color para el fondo que tienes. Mis ojos claman auxilio xD