miércoles, 19 de mayo de 2010

likbor

¿Cuántas ramas tupidas como follaje?
Tanta maraña para cubrir cada una
De tus sediciosas palabras.

¿Cuántos significados se van meciendo?
Como aliento tibio y cargado entre colinas,
Como dedos ansiosos por tu lomo.

Y es lujuria la que tengo al saborear
Entre cada uno de tus delgados párpados,
Lo que tus ojos saben escribir.

Es un fruto de cien ramas al besarte,
Dándome un colorido grisáceo y un
Tacto rugoso, perfumado de raíces.

Eres para mí un libro,
Del que tanto voy leyendo.

Una perversión me asota, viene y va,
Al tenerte completa y entregada,
Entre mis manos eres prisionera.

Pero es una ilusión, creo leerte
Podría ser tan desbordante como poseerte,
Mas sigue siendo lectura, más una falsía.

Si es un pecado ver tu flora desnuda,
Pues tíldenme de hereje. Mientras te extiendo
Y me voy convirtiendo en invasor,

Mis manos y mi vista se funden
En un metal candente, entre mis piernas
Te sostengo, no valla a ser que caigas.

Tienes el cabello cubierto de ornamentas,
Tienes la piel sabrosa en abstracción,
Tienes las caderas firmes y prometedoras,
Tienes las piernas como un camino acogedor,
Tienes cada ruta trazada en hojas
Y los pies repletos de versos.

Eres para mí un libro de fuego.

1 comentario:

lichazul dijo...

que hermosa cascadas de imagenes se asoman de tu verbo
Felicitaciones

gracias por tus huellas
sé siempre bienvenido

ten un día genial:=)