martes, 7 de diciembre de 2010

TK

Quise hacer de mi canto algo terreno,
Así que sembré estrellas
Entre nuestras sábanas del recuerdo,
Oculto del olvido y sus mareas.

El mundo respiraba aquella noche,
Bestialmente dormitando,
Y el viento acariciando todo el orbe
Era un labrador paseando por su arado.

El labrador esparcía fragancias
Nocturnas y lejanas,
Oleaje global contra las ventanas
De los soñadores y sus sembrados.

Quise hacer de aquella noche algo terreno,
Así que olvidé el cielo,
Volví los ojos al paisaje muerto
Teñido de púrpura y lunar velo.

¿Qué más terreno y propio que mi cama tendida?
Unas cuantas estrellas floreciendo,
Unos cuantos recuerdos resguardados
Y yo esperando de tu memoria

Un último titánico beso.

No hay comentarios: