viernes, 11 de noviembre de 2011

Musa banal

Me enamoro de faroles con largas piernas,

Tibios, amarillos, como mujeres nocturnas

Y te quiero recordar en ellos, más no en la luna;

Te quiero igualar a su danza de polillas enfermas.

Te quiero recordar como un río sinuoso,

Ese al que llaman zanjón, de ojos grises y frío,

Lugar en que ayer la bruma a las estrellas cogió

Y en que yo sueño morderte bajo la penumbra el soto.

Imagino de tu mente una galería

Poblada de viejos conquistadores y gloria,

Y bien sabemos de qué color es mi consultorio

Satisfecho de terminales auto-convalecientes.

Me enamoro de tu presencia invasiva:

De tu cuerpo voluptuoso cuan cántaro de oro,

De tus ojos estaño bicolor y piel tostada

Y de tu risa ronca, volátil, como de cometa.

Me fascino de recuerdos de ti y música negra,

Y de esa fluorescencia de rojos versos que me nacen

Cuando al viajar por carretera los faroles coquetos

Me siguen diciendo que en cada iluminación estás tú.

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