lunes, 21 de mayo de 2012

Somnolencia



El despertar es un barco intentando partir de puerto,
Lleno de marinos ebrios y sus conversaciones pesadas,
La nave se mueve como una borracha
Y siento el ancla de los sueños estañada a mi almohada.
Pero hay cosas peores al alba;
Como esa niebla de mierda,
Escalofriante y amenazadora por parecer viva,
Que se mueve entre los postes seduciendo al frío
Y mostrando orgullosa su palidez de mandarina podrida,

O puede ser que este bote aún esté en amarras
Y divague sin sentido:
Choque de cometas fríos entre neuronas planetarias
Y alzarse de olas contra las soberbias rocas.

Es que no entiendo a esos remilgados de la cátedra,
Pedantes y orgullosos monumentos edificados hacia las cumbres,
Allá en lo alto aislados en un castillo flotante de mil paredes;
Estancados en su doctrina del buen decir,
Del buen hablar
¡Ellos son tan superiores!
Yo sólo quiero sentir el placer por mi lengua
De todas las formas posibles de decir “belleza”
“odio” y “temor”
Porque incluso en la desesperación de aves multicolores
Volando desde las botellas a mi alma y desde ahí
A las esquinas de mi barrio,
Incluso entonces veo en la indecencia
Lo mejor del resplandor nocturno.

Y temo que mañana al despertar vaya a olvidar
Que tanto amo la vulgaridad de mi país,
Y se me vayan todas esas letras del arrabal
Con las que nos cantamos entre las esquinas del río
Zanjón y las estrellas disecadas sobre su corriente;
Temo que ya no sepa apreciar tu piel color de yuyo,
De conquistadora poblacional
Y de ojos verde-grises
Robados de otro sueño, de otras cumbres,
Quizás de mi viejo crisol en la construcción.

Ahora desconfío de la luz,
Prefiero abrazar y estrangular a la noche;
Ahí justo antes de dormitar cuando el ancla empieza a desbordarse
Empiezo a oír las extrañas voces
Dueñas de mi verdadera lengua,
Son todas mis ilusiones que atacan sin piedad,
Y tengo tantos recuerdos de palacios y destrucciones para cada parpadear.

Espero que mañana al despertar siga conociendo la lengua
De los mares nebulares,
Y siga recordando que soñé contigo…

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