martes, 17 de febrero de 2009

Una noche en Rosario

Soy tan solo uno más,
Uno de los tantos que te ha mirado,
Que ha soñado besarte,
Que te lo ha pedido…

Soy tan solo uno más,
Uno de los tantos que admiraron tu piel caliza,
Que has tomado o rechazado,
Que ha disfrutado o resignado.

Soy tan solo uno más,
De esos que te buscan,
Que te han llamado preciosa,
Que lo han pensado, que eres la más preciosa.

Soy tan solo uno más,
De esos que guardan un recuerdo,
Que piensan volverán a verte
Y tú sentirás lo mismo que susurraste al oído.
De esos que al cerrar los ojos rememoran
Que admirar tu cuerpo es perderse en la oscuridad de tu noche,
Que con sus dedos rozar tus brazos es la felicidad,
Tu sonrisa un pétalo de otoño,
Tu voz el estruendo de la naturaleza.
De los pocos que saben que esos labios
Suaves de chocolate son el portal a la eternidad.
Con ellos cierro los ojos y entro en la inconciencia,
Donde ya nada ni nadie importa,
Sólo tú y yo
Una noche en Rosario
Que no lo pensamos más,
Sólo tú y yo, unos días
Y las mejores vacaciones que nadie
Me haya podido regalar.

Un beso infinito en la memoria
Y un futuro incierto donde sólo tú sabes
Dónde vamos a llegar.


O dónde vamos a terminar...